El diagnóstico se realiza mediante estudios especializados, principalmente a través de la polisomnografía, un examen nocturno que registra la actividad cerebral, niveles de oxígeno, ritmo cardíaco y patrones respiratorios. En algunos casos se complementa con estudios en el hogar, permitiendo identificar con precisión la presencia y severidad de la apnea.

Ofrecemos una variedad de tratamientos adaptados a las necesidades de cada paciente, que incluyen el uso de dispositivos CPAP para mantener las vías respiratorias abiertas, terapias conductuales para mejorar los hábitos de sueño y, en casos seleccionados, intervenciones quirúrgicas. Nuestro enfoque integral garantiza un tratamiento efectivo y personalizado.

El tiempo para notar mejoras varía según la gravedad del caso y el tratamiento aplicado. Muchos pacientes comienzan a experimentar una mejora en la calidad del sueño en pocas semanas, especialmente cuando se realiza un seguimiento y ajuste continuo del tratamiento.

No, colaboramos con diversas compañías de seguros médicos para facilitar la cobertura de estudios y tratamientos. Pero por el momento recomendamos contactar a nuestro equipo para confirmar si su seguro se encuentra entre las opciones aceptadas y recibir asesoramiento personalizado.